Fincas agrícolas en alquiler en España

El precio medio del alquiler de finca agrícola en España fue de 163,3 euros por hectárea en 2022 (últimos datos disponibles a noviembre de 2024), de acuerdo con el Ministerio de Agricultura.

Sin embargo, existió una variación entre el arrendamiento de fincas agrícolas en regadío, que fue de 564,8 euros por hectárea, y el de secano, siendo de 117,6 euros por hectárea.

Asimismo, se observaron variaciones según el tipo de cultivo. La uva de vinificación en secano fue el cultivo con el precio más alto, con 341,1 euros por hectárea. Le siguieron la aceituna de almazara en secano con 267,4 euros por hectárea, los cultivos herbáceos con 196,2 euros por hectárea y los aprovechamientos con 66,7 euros por hectárea.

El precio medio del arrendamiento de terrenos agrícolas en España en 2022 fue inferior al de la Unión Europea, donde la media se situó en los 199 euros por hectárea.

Determinar la rentabilidad del arrendamiento de fincas agrícolas va a depender de diversos factores. Entre ellos destacan la zona en la que se encuentra la finca, el tipo de cultivo que se siembre en ella o la calidad del suelo. También, la utilización de tecnología agrícola avanzada y la experiencia de la que disponga la persona que lo arrienda, entre otros elementos.

En España, el 37,4% de la Superficie Agraria Útil (SAU) se encuentra arrendada, lo que equivale a una superficie de 8,9 millones de hectáreas y supone un porcentaje superior al de la vivienda. Esto se debe a que el arrendamiento es una opción atractiva para los que desean iniciar un proyecto en el campo.

A pesar de que el valor de las fincas es inferior al de las viviendas situadas en áreas urbanas, la adquisición de tierras agrícolas también conlleva un gran desembolso. El arrendamiento de fincas agrícolas ofrece una alternativa para acceder a tierras sin realizar una elevada inversión inicial. Además, contribuye a uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta el sector: el relevo generacional. El arrendamiento de fincas facilita que los jóvenes agricultores, quienes suelen disponer de menos recursos para adquirirlas, puedan acceder a tierras.

En Cocampo comprendemos la importancia de fomentar el relevo generacional y el acceso a la tierra en el medio rural. Por ello, ofrecemos a una plataforma de anuncios para la compraventa y el arrendamiento de fincas con la que facilitamos el acceso a tierra a una nueva generación de agricultores e inversores.

Existen distintos propósitos, que engloban desde los destinados a la producción agrícola hasta aquellos cuyo objetivo es llevar a cabo proyectos de energías renovables, como la instalación de placas solares, o la forestación.

La Ley de Arrendamientos Rústicos establece que el contrato de alquiler de fincas agrícolas tiene una duración mínima de cinco años, de forma que una duración inferior será considerada nula. Sin embargo, este plazo puede ser superior si las partes acuerdan expresamente una duración mayor.

Sí, de acuerdo con la Ley de Arrendamientos Rústicos, una misma finca puede estar sujeta a varios contratos de tierras para cultivo simultáneos. Pero cada uno de ellos debe dedicarse a distintos aprovechamientos compatibles y principales.

El contrato de alquiler de tierras agrícolas se renueva automáticamente cada cinco años, a menos que el arrendatario comunique su voluntad de no renovarlo con un año de antelación. Estas prórrogas se suceden indefinidamente mientras que no se produzca la denuncia del contrato.