La propiedad comprende 78 hectáreas situadas a 1 hora y 15 minutos de Madrid. La superficie se distribuye en 30 hectáreas de cultivo de cereal en secano con encinas dispersas y 48 hectáreas de monte natural. El terreno es atravesado de sur a norte por el Arroyo de Macarro, afluente del río Pusa, que proporciona un recurso hídrico permanente. La finca no cuenta con construcciones existentes. La ubicación ofrece accesibilidad desde Madrid manteniendo un entorno natural. Las posibles actuaciones incluyen proyecto de vivienda de recreo personalizada, explotación agrícola de cereal, gestión cinegética en la zona de monte, refugio natural o proyectos de ecoturismo y agroturismo. La combinación de tierras de cultivo, monte y recurso hídrico permanente permite el desarrollo de diferentes modelos de aprovechamiento, con la ventaja de partir sin limitaciones de construcciones preexistentes.