Fincas rústicas en venta en España

Cocampo ofrece una selección de fincas rústicas en venta, con distintas características y precios:

Agrícolas. Terrenos para el cultivo de productos agrícolas como cereales, hortalizas, frutales... tanto en secano como en regadío.

Ganaderas. Terrenos destinados a la cría y el cuidado de ganado bovino, caprino, ovino, porcino o aviar para la producción de carne, leche, lana, huevos y otros productos.

Forestales. Fincas dedicadas a la explotación y gestión de los bosques a través de la extracción de productos como la madera o el corcho, o la plantación de árboles con el fin de preservar la biodiversidad.

Cinegéticas. Fincas dedicadas a la caza, tanto menor como mayor, de manera regulada, con la intención de conservar las especies.

Recreo. Propiedades que, en vez de usarse en busca de la rentabilidad del suelo, se utilizan para actividades de ocio y recreación.

Otros. Propiedades con características distintas a las agrícolas, ganaderas, forestales, cinegéticas o recreativas.

Aunque pueden emplearse como sinónimos, estos términos presentan diferencias. La primera de ellas es que una finca rústica está situada en suelo no urbanizable y se destina principalmente a actividades agrícolas, ganaderas o forestales.

Por el contrario, las fincas rurales engloban cualquier propiedad ubicada en un área rural, lo que incluye fincas rústicas, casas de campo y otras propiedades.

Por otro lado, la construcción en las primeras no suele estar permitida, salvo en situaciones excepcionales, debido a su clasificación como suelo no urbanizable o rústico.

En cambio, una finca rural en venta puede tener edificaciones, siempre que estas cumplan con lo establecido en la normativa.

Para elegir entre una u otra, es importante tener identificados los objetivos que se persiguen con la adquisición. En función de la actividad que se quiera desarrollar, una opción puede convenir más que la otra.

Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, las fincas rústicas en venta cuestan de media 10.263 euros por hectárea (cifras de 2022). En los últimos seis años (2016-2022), su valor ha aumentado un 3,9%, con 381 euros por hectárea más.

No obstante, conviene tener en cuenta que este dato puede cambiar según el tipo de finca rústica (agrícola, ganadera o forestal).

En España hay aproximadamente 50,6 millones de hectáreas de suelo rústico. Las fincas rústicas, situadas en suelos clasificados como no urbanizables, se destinan principalmente a actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería o la gestión forestal. Si bien, en un principio, las construcciones en estos terrenos están limitadas por sus características y clasificación, existen situaciones excepcionales en las que se permite la construcción de edificaciones ligadas a la actividad agraria.

Una finca rústica ofrece, por lo general, grandes extensiones de terreno (la superficie media en el país es de 44 hectáreas), lo que permite a los propietarios desarrollar distintas actividades en una misma parcela.

En los últimos años, el interés por estos activos ha aumentado. Cada vez más perfiles de compradores, como particulares, family offices o fondos de inversión, buscan iniciar proyectos en el campo. Las fincas más demandadas son las agrícolas, seguidas en menor medida por las fincas ganaderas y forestales.

Las fincas rústicas son consideradas un valor refugio, ya que muestran una menor vulnerabilidad ante la volatilidad de los mercados financieros y, en resultado, ofrecen seguridad y estabilidad.

Por otra parte, al ser la tierra un recurso escaso, su valor tiende a revalorizarse con el paso del tiempo. Así, si se invierte en una finca rústica, no sólo es posible recuperar la inversión en un futuro, sino también obtener una ganancia.

Asimismo, la pandemia del coronavirus cambió el estilo de vida de las personas, quienes buscan tranquilidad y una vida más saludable. Su ubicación lejos de las ciudades facilita el descanso y la privacidad, siendo ideales para los interesados en un ritmo de vida más relajado.

A esto se suma la necesidad de alimentar a una población creciente (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura prevé que, para 2050, la producción deberá aumentar más de un 50% para satisfacer las demandas de los consumidores) y el cambio en los hábitos alimentarios de los consumidores, con un mayor interés por lo ecológico y sostenible.

Por último, existen otro tipo de beneficios. Por ejemplo, el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de las zonas rurales suele ser menor que el de las ciudades.

En Cocampo, como plataforma especializada en la compraventa y el arrendamiento de fincas rústicas, además de proporcionar un amplio catálogo de propiedades, ofrecemos asesoramiento. Ya sea que busque comprar, vender o arrendar, le brindamos orientación experta y soluciones adaptadas a sus objetivos.

Nuestro equipo de profesionales le acompaña en cada una de las fases con el propóstio de asegurar que la operación se materialice con éxito para todas las partes implicadas.

Además de asesoramiento experto, Cocampo ofrece un servicio de tasación de fincas rústicas, para que cualquier persona pueda acceder a una estimación del valor real de una finca, y simplificar así las operaciones de compraventa y alquiler.

También, facilitamos a nuestros usuarios el acceso a agentes inmobiliarios para que les ayuden con la compra, la venta o el alquiler de una finca.