Esta dehesa lo tiene todo. Gira alrededor de un gran cerro de media altura, ondulado, cerrado de monte mediterráneo, en el que se crían y refugian muchísimos cochinos jabalíes que se cazan en aguardos, manchones y monterías anuales en las que se han llegado a matar más de 100 piezas. Nunca se ha vendido, solo se ha heredado generación tras generación ya que lleva en manos de la misma familia desde mediados del SXVIII. Sí se vende la caza menor, específicamente buenos pasos de zorzales y magníficas tiradas de palomas. Agrícolamente hablando tiene unos 4.000 quintales de corcho y unas 35 has de olivar antiguo declarado ecológico con variedades Morisca y Verdial de Badajoz y Manzanilla de Cáceres. En cuanto a la ganadería, por un lado tiene unas 250 vacas para las que tiene habilitadas grandes praderas que se siembran anualmente con avena, trigo, pratense y otras hierbas nutritivas. Para ellas hay previstos diferentes cerrados con malla ganadera y paredes de piedra, en los que se va rotando el ganado, todos ellos con charcas de agua que se llenan con las escorrentías y con manantiales. También hay dos pozos de sondeo. Tiene otra zona ganadera, específica para criar un cupo de 1.200 cochinos ibéricos en régimen extensivo. Silo de 17.000 k, 3 resguardos para 400 cochinos c/u con comedero central de cemento. Aparte, el propietario actual cría allí caballos para su uso personal. La finca está muy bien preparada para dar largos paseos a caballo o con coche de caballo, por los largos carriles que la recorren. Hay diversas construcciones que se pueden arreglar y convertirlas en el cortijo de la finca. Esta finca es autosostenible gracias al negocio ganadero y a las ayudas PAC anuales. Está a 15′ de Mérida, 40′ de Cáceres, 2 h de Sevilla y 3,5 h de Madrid, todo ello por autovía.