En Cocampo, combinamos una base de datos actualizada con la experiencia de nuestros expertos para brindarle una valoración de terrenos rústicos fiable.
Estipular un precio adecuado en el mercado para un terreno es un paso fundamental si se quiere cerrar una operación de compraventa lo antes posible. Si posee un terreno y está considerando venderlo o alquilarlo, la calculadora de valor de terreno de Cocampo es su herramienta. En nuestra plataforma, poseemos una amplia red de expertos y una actualizada base de datos, elaborada a partir de información oficial, que le otorgarán una estimación fiable sobre el valor de su terreno en el mercado.
Le ayudamos a vender o arrendar su terreno en el menor tiempo posible, comprendiendo las implicaciones emocionales que este proceso puede conllevar. Por ello, le ofrecemos asesoramiento durante todo el proceso de valoración, así como una herramienta que le permite obtener el valor de terrenos de cualquier región de España. Por ejemplo, si está pensando vender o alquilar una propiedad en Castilla y León, nuestra calculadora de valor de terreno le ofrece un servicio de valoración de terrenos rústicos en Castilla y León.
El incremento de la población mundial, la necesidad de satisfacer la demanda alimentaria y la búsqueda de una alimentación más sostenible y saludable han despertado un interés creciente por la producción de alimentos y la adquisición de terrenos rústicos.
Tanto la venta como el alquiler de terrenos se han convertido en una oportunidad, como base de la producción agraria. En este contexto, establecer un precio adecuado en el mercado que refleje su valor real es primordial.
Si está pensando en esta posibilidad, conocer el valor del terreno rústico resulta esencial para garantizar que la operación se materialice con éxito y de forma rápida.
La valoración de terrenos va dirigida a propietarios de parcelas que están evaluando ponerlas en venta o alquiler o que, simplemente, quieren conocer el valor del terreno. También, está orientada a los profesionales del sector inmobiliario que brindan asesoramiento a clientes para operaciones relativas a las fincas rústicas.
El valor catastral de un terreno es el precio que el Ministerio de Hacienda, a través del Catastro, le otorga objetivamente a una propiedad. Este valor se actualiza según las Leyes de Presupuestos Generales del Estado, de forma que puede variar cada año.
Difiere del valor referencial catastral, que es calculado por la Dirección General del Estado a partir de los precios de todas las compraventas realizadas ante Notario, y supone lo mínimo por lo que se debe tributar al comprar o heredar una finca rústica.
El valor catastral terreno rústico afecta a varios impuestos, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), la imputación de rentas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía municipal).
Conocer el valor catastral de un terreno rústico es vital cuando se desea vender una parcela situada en un área rural. En caso de discrepancia con la valoración asignada por el Catastro, puede recurrir a un profesional para que le realice una nueva independiente.
Conocer el valor del m2 de terreno rústico es esencial si está pensando vender o arrendar su propiedad. Lo anterior permite establecer un precio que no sea demasiado alto ni excesivamente bajo, lo que facilita el proceso de compraventa y aumenta las probabilidades de materializar la operación rápidamente.
El valor del metro cuadrado de terreno rústico depende de la ubicación, la superficie, el suelo, la existencia de accesos, la demanda del mercado y el uso potencial del suelo. Por tanto, es aconsejable acudir a profesionales que sean conocedores del mercado y que puedan valorar el terreno de manera precisa.
Para calcular el valor catastral de un terreno rústico se contemplan elementos como la superficie en hectáreas, la calificación catastral, que se puede dividir en subparcelas en el caso de no ser homogénea en toda la parcela, la intensidad productiva, el tipo evaluatorio y el rendimiento teórico de la parcela y subparcela.
Por lo general, el valor catastral suele ser inferior al valor de mercado.
Generalmente, existen distintos aspectos que se tienen en cuenta a la hora de valorar un terreno rústico:
Ubicación: la zona geográfica en la que se encuentre el terreno y su cercanía a núcleos urbanos pueden repercutir en el precio.
Superficie: la extensión del terreno (en hectáreas) también puede influir en el valor. Aquellas con una mayor superficie suelen obtener un precio superior, y viceversa.
Calidad del suelo: la fertilidad y la composición del suelo son otras de las cuestiones que se consideran en la valoración de terrenos rústicos.
Existencia de construcciones e infraestructuras: la existencia de construcciones, invernaderos o sistemas de riego, su antigüedad, así como el estado en el que se encuentran y si es necesario la inversión en mejoras pueden incrementar o disminuir su precio.
Situación del mercado: la oferta y la demanda del mercado, junto con los precios de venta o arrendamiento de parcelas similares, son información relevante para la valoración de un terreno.
Accesos: se evalúa la facilidad para acceder a la parcela, si dispone de vías de acceso, como infraestructuras de transporte público, caminos asfaltados.
Sin embargo, dependiendo del tipo de parcela del que se esté hablando (agrícola, ganadera, de recreo, forestal, cinegética o para la explotación de energías renovables) se sumarán otros elementos.
Por ejemplo, en las fincas agrícolas también se contemplarán los rendimientos obtenidos en años anteriores, así como la disponibilidad y el acceso a recursos hídricos.
En el caso de los terrenos destinados a la explotación de energías renovables, se considerarán además la climatología de la zona, la pendiente del terreno o la proximidad a infraestructuras eléctricas.
Para obtener el valor de un terreno rústico, comparamos las características de su parcela con la información sobre fincas similares en nuestra base de datos.