Una hermosa casa, antiguamente una molina, pero actualmente utilizada para un negocio de turismo rural, con 10 dormitorios, 7 banos y piscina privada, rodeada por grandes jardines privadas. ¡Es una propiedad fantastica que ofrece todo y mas! La casa esta rodeada de colinas y olivares cerca del encantador lago de Iznajar y con excelente acceso a las vibrantes ciudades del sur de Espana: Granada, Sevilla, Cordoba, Ronda y Malaga. Este singular y bello cortijo andaluz fue un molino de agua y una panaderia en funcionamiento hasta los finales del siglo XX, suministrando pan a las granjas y pueblos alrededores. La cocina de la antigua panaderia todavia cuenta con el horno de pan original, pero hoy tambien cuenta con un horno profesional y un lavavajillas. En el terreno, encontrara hierbas frescas del huerto, granados, higueras, melocotones y almendros, terrazas soleadas y una pista deportiva iluminada, ideal para jugar al tenis, al voleibol o al badminton. Tambien hay un estudio usado para cine en casa cuenta con proyector y pantalla , yoga y pilates y hay una pista de petanca, tenis de mesa, arenero y, por supuesto, una preciosa piscina privada. El exterior tambien cuenta con zonas de comer a la sombra, lugares de picnic junto al arroyo, un patio cubierto de vides y grandes jardines privados donde los ninos pueden correr sin peligro. El terreno es plano y seria ideal para los caballos. Restaurada con carino para conservar todo el caracter de la antigua casa del molino, el alojamiento esta distribuido en dos alas alrededor de un patio central. El ala oriental de la casa se ha renovado a partir del antiguo molino, conservando sus caracteristicas originales, con la cocina principal, el salon y el comedor junto con 5/6 dormitorios y 4 banos. La otra ala era antiguamente la casa del jefe panadero y tiene 4 dormitorios, 3 banos y una segunda cocina. Esta impresionante propiedad ofrece la opcion de desayunar en la terraza de la cocina viendo las tonterias de los patos y escuchando a las gallinas poner sus huevos por la manana , almorzar en el patio sombreado por las vinas, o pasear hasta el arroyo con los ninos para tomar algo o hacer un picnic y disfrutar de la cena junto a la piscina por la noche. Si prefiere recibir a los invitados en el interior, el comedor tiene capacidad para 18 personas y puede extenderse facilmente a la cocina adyacente de la antigua panaderia, con capacidad para otros 10 invitados.