¿Cuál es la diferencia entre valoración y tasación?
Cuando se está en proceso de vender una finca rústica o se piensa pedir financiación a un banco para su adquisición, pueden surgir dudas con respecto a la elección entre una valoración y una tasación.
A menudo, valoraciones y tasaciones son tratadas como sinónimos, dado que los dos procesos se utilizan para determinar el valor de un bien. Sin embargo, existen disparidades entre ellos.
Conocer la diferencia entre valoración y tasación es fundamental para escoger la más conveniente en función de las necesidades de cada persona. Por ello, Cocampo explica sus diferenciaciones en este artículo.
Índice de contenidos
¿Qué es una valoración?
Una valoración es el proceso por el que se obtiene el valor aproximado de un bien, como una finca rústica, sin que un profesional la inspeccione presencialmente.
Esta permite hacerse una idea de su precio, usando únicamente la información catastral del terreno.
¿Qué es una tasación?
De acuerdo con la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV), la tasación es un tipo concreto de valoración mediante el cual un profesional cualificado estima el valor objetivo de un bien. Para lograrlo, se basa en los parámetros fijados por normativa y en los métodos adecuados al propósito de la tasación.
Existen distintos tipos de tasación según el bien (mueble o inmueble) que se quiera tasar y de la finalidad de la tasación, que incluyen compraventas, herencias o divorcios, entre otros.
En el ámbito de las fincas rústicas, el tasador, un ingeniero agrónomo o ingeniero técnico agrónomo, sigue para valorar las parcelas los criterios sujetos a la Orden ECO/805/2003, de 27 de marzo.
El técnico recopila su documentación registral y catastral, visita la propiedad para inspeccionar sus características en persona y estudia las condiciones del mercado. La información adquirida en el proceso es reflejada en un informe detallado firmado por él, lo que le otorga oficialidad.
Diferencia entre valoración y tasación
Una de las principales diferencias entre tasación y valoración es que la primera es realizada por tasadores homologados por el Banco de España. Mientras tanto, la segunda la puede llevar a cabo cualquier empresa tasadora.
Tasaciones y valoraciones inmobiliarias también presentan discrepancias en cuanto a quién estima el valor. Las valoraciones pueden efectuarse sin la necesidad de que un profesional cualificado visite la finca.
Por el contrario, las tasaciones precisan que un tasador se traslade a la parcela para realizar un estudio presencial de sus características, de acuerdo con unos métodos de tasación.
Además, el reconocimiento de tasaciones y valoraciones es distinto. Las valoraciones carecen de reconocimiento legal. Si bien son útiles para obtener información veraz que facilite la toma de decisiones estratégicas en el mercado de las fincas rústicas, no se pueden utilizar para solicitar préstamos hipotecarios.
Las tasaciones sí pueden emplearse en situaciones con fines legales, pues siguen criterios regulados por la Orden ECO/805/2003 y son hechas por profesionales autorizados, otorgando validez legal a los resultados.
Las tasaciones proporcionan una estimación objetiva y precisa del valor de una parcela, al depender de un análisis más detallado y la aplicación de métodos de tasación fijados por normativa. En cambio, las valoraciones ofrecen una estimación aproximada de su precio.
Otra diferencia entre valoración y tasación se encuentra en el requerimiento de un informe de tasación. Las tasaciones, al ser procesos oficiales, exigen que el valor estimado y otra información obtenida durante el proceso queden plasmados en un informe oficial, con la intención de mostrar transparencia.
Por otro lado, las valoraciones, al ser más informales, no demandan la elaboración de este documento. Y, en caso de realizarse, su uso no será válido en el ámbito de hipotecas o de transmisiones de fincas rústicas.
La última diferencia entre valoración y tasación es el precio. Existe la posibilidad de solicitar una valoración gratis proporcionando datos mínimos como la ubicación, la superficie y el tipo de explotación.
Sin embargo, no hay tasaciones sin coste, porque requieren de la experiencia, el tiempo y el esfuerzo de un técnico. En consecuencia, cuentan con un valor medio superior, de unos 1.500 euros.
¿Qué método elegir?
La elección entre tasaciones y valoraciones dependerá del propósito con el que se haga cada una de ellas.
Si se está considerando la venta o el arrendamiento de una finca rústica, o si se duda entre escoger entre uno u otro régimen de tenencia, resultará conveniente recurrir a una valoración online. Este método permite hacerse una idea del valor de la parcela, lo que puede ser útil para tomar decisiones estratégicas.
Pero, cuando se trata del reparto de una herencia, la recepción de una donación o la solicitud de un préstamo hipotecario se deberá realizar una tasación de fincas rústicas.
El proceso deberá ser llevado a cabo por parte de tasadores homologados por el Banco de España, ya que es un requisito obligatorio que establecen las entidades financieras para conocer el valor real de la finca rústica.
La tasación ayuda a los bancos a saber cuánto dinero tienen que prestar (por lo general, hasta el 80% de la tasación). También, les posibilita evaluar el riesgo asociado al préstamo hipotecario con precisión.
Fuentes
- Asociación Española de Análisis de Valor (AEV).
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