Agricultura de regadío: todo lo que necesitas saber
El incremento de la población mundial ha supuesto el ajuste de los métodos de cultivos para garantizar una producción de alimentos que asegure la seguridad alimentaria.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) prevé que la población mundial aumente hasta los 10.000 millones de personas para 2050. Esto conllevaría un crecimiento de la producción de alimentos superior al 50% en ese periodo.
Lo anterior pone en relieve el desarrollo de métodos agrícolas que sean capaces de hacer frente a las condiciones extremas derivadas del cambio climático, como la sequía. En este sentido, la agricultura de regadío juega un papel fundamental.
Ante los desafíos de la escasez de precipitaciones y de una población creciente, Cocampo engloba en este artículo todas las claves sobre el regadío.
Índice de contenidos
¿Qué es la agricultura de regadío?
La agricultura de regadío es aquella en la que se les suministra agua mediante distintos sistemas de riego a los cultivos. Así, con el regadío se abastece con agua a los cultivos con carencias hídricas no cubiertas por las precipitaciones, tanto efectiva como eficientemente.
Según la última Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), existen 3,7 millones de hectáreas de superficie de regadío en el país. Lo anterior convierte a España en el primer país en superficie de regadío de la Unión Europea.
El agua para los cultivos de regadío se suministra, sobre todo, por el agua superficial (74,0%). A esta le sigue el agua subterránea (24,0%) y, en menor porcentaje, el agua desalinizada (1,6%) y el agua depurada (0,4%).
¿Qué diferencia hay entre la agricultura de regadío y la agricultura de secano?
En un terreno rústico pueden existir dos tipos de cultivo dependiendo de la disponibilidad para regar: los cultivos de secano y los cultivos de regadío.
La principal diferencia entre agricultura de secano y de regadío es que, la primera, sólo utiliza el agua de lluvia para regar los cultivos. Por el contrario, en la segunda, los cultivos se riegan, además de con el agua de lluvia, de manera artificial mediante sistemas de riego.
¿Cuáles son los beneficios de la agricultura de regadío?
La agricultura de regadío tiene beneficios medioambientales, económicos y sociales, entre los que destacan:
- Contribuye al cambio climático, con un menor consumo de dióxido de carbono, lo que se traduce en una menor emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
- Reduce la erosión y la desertificación del suelo mediante la capa vegetal que se genera en los campos en regadío.
- Ayuda a disminuir los costes de mano de obra, al disponer de infraestructuras que perduran más tiempo.
- Permite combatir la despoblación y el abandono de las zonas rurales, al contribuir al desarrollo de estos núcleos.
¿Cuántos tipos de riego existen en la agricultura de regadío?
Aunque existen distintas técnicas de regadío que se pueden utilizar en este tipo de agricultura, las principales son las cuatro siguientes:
- Riego por superficie o por gravedad. Método en el que el agua se aplica directamente y de manera uniforme sobre el suelo a través de distintos sistemas, como el riego por inundación, el riego por surcos o el riego por mantos. La superficie regada por gravedad supone el 21,0% de la superficie total de riego (793 mil has) y está presente, sobre todo, en Aragón (23,0%), Cataluña (15,3%), Andalucía (14,9%) y Castilla y León (13,7%). Los cereales, las forrajeras y los huertos familiares son los cultivos en los que más se usa.
- Riego por aspersión. Método de riego en el que el agua se distribuye mediante aspersores en forma de “lluvia” localizada. Existen dos tipos de sistemas de riego por aspersión: los estacionarios y los de desplazamiento continuo. El riego por aspersión cuenta con una superficie de 563 mil has (el 14,9% del total de la superficie de riego). Castilla y León (27,1%), Aragón (21,8%), Castilla-La Mancha (16,2%) y Andalucía (13,0%) son las comunidades con mayor presencia de este tipo de riego. Estas suponen el 78,1% de la superficie regada por aspersión del país. Es el riego más utilizado en los tubérculos, las leguminosas, los cultivos industriales (remolacha azucarera, algodón, girasol y colza) y los cereales.
- Riego localizado. Método a través del cual el agua se suministra sólo en la parte del suelo en la que se encuentran las raíces del cultivo, en lugar de en su totalidad. Para ello, se emplean caudales a baja presión. En consecuencia, posibilita incrementar la eficiencia en el uso del agua para regar los cultivos, así como en la absorción del agua y de los nutrientes por parte de la plantación. Existen dos clases de riego localizado: goteo y microaspersión. 2,1 millones de hectáreas en España son de riego localizado (el 55,8% del total de la superficie de regadío), siendo Andalucía (42,7%) la principal comunidad en la que se encuentra. A esta le siguen Castilla-La Mancha (18,6%), Comunidad Valenciana (9,7%), Extremadura (8,0%) y Región de Murcia (7,1%). España es líder mundial en superficie de riego localizado. Es el tipo de riego utilizado, mayoritariamente, en el olivar, el viñedo y los frutales, tanto cítricos como no cítricos.
- Riego automotriz. Método en el que el agua se distribuye por tuberías de alta presión hasta llegar a los mecanismos de aspersión. Estos, a su vez, se desplazan de forma autónoma mediante los pívot. La superficie de riego automotriz engloba 313 mil has (el 8,3% del total de la superficie de regadío). Castilla y León (49,7%) y Castilla-La Mancha (24,7%) constituyen el 74,4% del total de esta clase de riego.
Por tanto, la decisión por una técnica de regadío u otra dependerá, en gran medida, del tipo de cultivo.
¿Qué se cultiva en la agricultura de regadío?
Los principales cultivos de regadío en España son los siguientes:
- Olivar. El cultivo del olivar cuenta con una superficie de 2,7 millones de ha. En regadío, existen 866 mil ha (31,3% del total), de las que 769 mil ha corresponden a la aceituna de almazara y 32 mil ha a la aceituna de mesa. El 95,4% de la superficie en regadío del olivar es de riego localizado (826 mil ha), el 4,3% es de riego por gravedad y el 0,3% restante de riego de por aspersión y automotriz.
- Cereales. La superficie de cereales en España es de 5,1 millones de ha, con una superficie en regadío de 843 mil ha. Dentro de los cereales, destacan los cultivos en regadío del maíz (288 mil ha), la cebada (234 mil ha), el trigo (222 mil ha) y el arroz (62 mil ha).
- Frutales no cítricos. España dispone de algo más de 856 mil ha de frutales no cítricos, de las que 428 mil ha son en regadío. El 85,8% de la superficie en regadío de los frutales no cítricos es de riego localizado, el 12,6% es de riego por gravedad y el 1,7% de riego por aspersión y automotriz. Dentro de los frutales no cítricos, el almendro, con 169 mil ha, es el cultivo con mayor superficie de riego (el 40,6% del total de superficie regada de frutales no cítricos).
- Viñedo. El viñedo cuenta con 550 mil ha, de las que 397 mil ha son de regadío. La superficie de viñedo en regadío se reparte en 383 mil ha de uva de transformación y 14 mil ha de uva de mesa.
Aunque estos son los principales, existen otros ejemplos de cultivos de regadío como los frutales cítricos (naranjo, mandarino y limonero), la patata y los industriales.
¿Dónde hay agricultura de regadío en España?
En España, existen diferencias regionales en relación con el regadío. En el norte, debido al alto nivel de precipitaciones, el riego suele ser menos necesario que en otros sitios del país.
Así, Andalucía (1,1 millones ha, el 31,2% del total de su superficie cultivada), Castilla-La Mancha (585 mil ha, el 15,9%), Castilla y León (452 mil ha, el 12,7%) y Aragón (415 mil ha, el 23,3%) son las principales zonas de cultivo de regadío en España, al disponer de la mayor superficie regada del país.
Pero, si se observa por el peso que el regadío tiene en el total de la superficie cultivada de cada Comunidad Autónoma, destacan Canarias (59,8%, 26 mil ha), Comunidad Valenciana (44,8%, 279 mil ha), Región de Murcia (37,5%, 175 mil ha) y Cataluña (32,1%, 262 mil ha).
¿Cuál es el sistema de riego más económico?
El sistema de riego más económico es aquel que permite ahorrar agua, energía y recursos.
De entre los principales tipos de riego (riego por superficie o por gravedad, riego por aspersión, riego localizado y riego automotriz), el riego por goteo, un tipo de riego localizado, es de los más baratos, porque permite regar de manera eficiente al no salir el agua a presión y, en consecuencia, posibilita ahorrar agua. Con él, se ahorra entre el 40-60% del agua en comparación con otros sistemas de riego.
El riego por aspersión es otro de los riegos más económicos.
Conclusión
La agricultura de regadío se establece como una opción para el aumento de la eficiencia en el uso del agua para la agricultura. Para ello, resulta conveniente adecuar el sistema de riego al tipo de cultivo y emplear el sistema más eficiente.
Estudios llevados a cabo por investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC) se han hecho eco de la importancia de lo anterior, desarrollando técnicas para conocer la cantidad de agua de riego que se debe administrar dependiendo de la especie arbórea y la zona geográfica en la que está ubicada la plantación.
Ante el debate surgido en torno a la sobreexplotación de los acuíferos tanto del Parque Nacional de Doñana como del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel para uso agrícola, incrementado por la ausencia de precipitaciones y las altas temperaturas, también se están potenciando alternativas como la construcción de desalinizadoras.
En estas se trata el agua del mar de manera que se pueda suministrar para el consumo humano y para regar los cultivos.
En tal sentido, el Consejo Nacional del Agua ha dado luz verde a la construcción de la desaladora de la Axarquía, en Málaga.
Fuentes
- Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC).
- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
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